Qué se puede cocinar en un horno de sobremesa

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Ésta es la típica pregunta que se hacen quienes están a punto de comprar un horno de sobremesa, pero aún no han tomado la decisión. La coyuntura que suele darse es la siguiente: quieren tener un horno, pero no tienen espacio para encastrarlo; necesitan que el horno ocupe lo mínimo posible, pero por otro lado, les gustaría que tuviera capacidad suficiente como para poder hornear un pollo entero o una pizza, que son las dos referencias que la gente suele usar a modo de ejemplo. Hasta ahí, bien, podemos lanzarnos a por uno de estos mini hornos, porque, realmente, cubren las expectativas de los que parten de esta realidad.

Lo que pasa es que, en ocasiones, las dudas van más allá, y solemos preguntarnos qué se puede cocinar en un horno de sobremesa, y qué no se puede cocinar; y si se puede cocinar casi todo, qué diferencias hay entre un horno de sobremesa y un horno normal, de los de toda la vida. Vamos por partes.

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¿Se puede cocinar cualquier cosa en un horno de sobremesa?

A esta pregunta se podría responder con otra pregunta: ¿se puede cocinar cualquier cosa en un horno normal? ¿Qué piensas? Llegarás tu solo a la conclusión de que, tanto en uno como en otro, el límite lo pone la capacidad interna del aparato. Por eso, tienes que tener claro que cualquier cosa que se pueda cocinar en un horno normal, se podría hacer en un horno de sobremesa en términos culinarios. La función principal de un horno de sobremesa es hornear, así es que podremos hacer cualquier cosa que quepa, y dependiendo del modelo, tendremos a nuestra disposición otra serie de funciones extra como la de microondas, grill, combi, etc.

Considerando el condicionante del cubicaje, o espacio interno del aparato, partiremos de la base de que existen muchas opciones a este respecto y que, por tanto, el límite lo pondremos nosotros mismos al elegir:

  • Hornos de sobremesa pequeños, de entorno a los 20 litros, el tamaño de un microondas. En uno de estos hornos podrás cocinar un pescado de tamaño medio, y una pizza pequeña, pero difícilmente podrás cocinar un pollo, salvo que sea muy pequeño.
  • Hornos de sobremesa medianos, de entorno a los 30 litros. Podrás cocinar un pollo, pero no irás sobrado de espacio, así es que deberás cubrirlo durante casi todo el horneado, para que no se queme por la parte superior.
  • Hornos de sobremesa grandes, de 50 litros, más o menos. Con uno de estos hornos de sobremesa, podrás cocinar casi cualquier cosa, con el límite que te marque el ancho de la bandeja, y el número de bandejas.
  • Hornos de sobremesa muy grandes, de hasta 70 litros. Tienen la misma capacidad que un horno normal.

La elección de un horno de sobremesa en detrimento del horno convencional, el horno encastrado, tiene que ver precisamente con la necesidad o el deseo de ahorrar espacio en una cocina. Por eso, los modelos de 70 litros son los menos habituales, y por eso, ya debemos saber de antemano que, con un horno de sobremesa, siempre tendremos que asumir una merma en la capacidad.

Qué diferencias hay entre un horno de sobremesa y un horno normal

Más allá de las diferencias de tamaño, no tiene por qué haber ninguna distancia técnica entre un horno de sobremesa y un horno, aparte de lo que imponga el fabricante. Es decir, que ambos pueden emplear la misma tecnología, contar con funciones de calor arriba, calor abajo, calor arriba, calor arriba y abajo, espeto giratorio, grill, incluso microondas, etc. Las funciones de limpieza automática sí son casi exclusivas de los hornos convencionales; nos referimos a la pirólisis y a la aqualisis, entre otras.

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Pero la función básica de un horno, que es la de generar calor y controlar el reparto del mismo a través de aire, o sin él (si así lo preferimos), no varía por el hecho de ser más pequeño y estar destinado a reposar sobre la encimera, en el caso de los hornos de sobremesa, o de ser más grandes e ir casi siempre encastrados, en el de los hornos convencionales.

De hecho, el ser más pequeños también puede ser una ventaja para los hornos de sobremesa, ya que el tiempo de precalentamiento se reduce de forma paralela. Menos espacio, menos tiempo necesita, y eso quiere decir también menos consumo y menos gasto energético.

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